Internado con anemia y neumonía en el hospital, habló Nelson Madaf: "Me abandonaron"
Pasa las horas acompañado por sus familiares, quienes nunca lo dejaron, y por algunos amigos que siempre lo contuvieron. Su salud es frágil porque hace 2 años que no se medica contra el VIH, enfermedad con la que convive desde hace mucho tiempo. Sigue agradeciendo la solidaridad de la gente y lamentando el “abandono” que sufrió por parte del Estado.
Nelson Madaf consideró que era el momento y por eso habló con los periodistas de San Luis, este miércoles en la sala de la Clínica de Hombres donde los médicos tratan de estabilizar su salud. Contó que tiene un cuadro de neumonía con anemia, y que también sufre las consecuencias de la anorexia. “Se me juntó todo, el tabaco y la presión baja. Están mis hermanos que me cuidan y me sostienen para ir al baño”.
El domingo su familia lo llevó en un estado complicado al Hospital San Luis, y desde ese día está recibiendo los remedios que necesita: “Tengo que soportar los medicamentos que son fuertes. Quieren tratar de levantarme”, contó en la entrevista que ofreció a elchorrillero.com.
Su peso no llega a los 40 kilos, sufre dolores pero se muestra optimista y hasta sonríe. Espera la visita de un cura, y de otras personas que quieran acercarle leche (porque no puede masticar) y ropa interior que le permita estar cómodo en la cama 18 de la sala 5. Habló con mucha calma porque tiene oxígeno y una tos que le hace doler el pecho. Pero dijo todo lo que sentía ahora que su vida parece estar apagándose.
“Eso lo decide Dios, él sabrá si me lleva o no. De mi parte ya no quiero caminar más. Lo sigo haciendo por mi madre que está viva y porque no quiero darle más problemas”, respondió sobre si aún le quedan ganas de salir adelante.
Madaf fue el protagonista de una historia que sacudió a la provincia, y que superó las fronteras en 1989. Fue el principal sospechoso de la desaparición de una joven. Estuvo tres años preso y en ese tiempo contrajo la enfermedad que hoy lo tiene débil, pero también, según recuerda hasta el día de hoy, sufrió torturas que le dejaron profundas secuelas, físicas y psicológicas.
Su inocencia se comprobó con el paso de los años cuando el 24 de febrero de 1998 Claudia Díaz apareció casada y con hijos en Caucete, San Juan. Allí se terminó la primera parte del padecimiento de Madaf, y comenzó una etapa de deseos de justicia que lleva en silencio más de media vida; como una procesión interna que prefirió caminar en soledad.
Hoy, con 45 años, recuerda el buen trabajo que hizo Enrique Muñoz, en ese momento titular de los Derechos Humanos, y la ayuda que le brindó a la familia Madaf.
“Me torturaron durante 3 meses en una comisaría. Lo que yo pasé no se lo deseo a nadie. Ojalá eso no volviera a sufrirlo otra persona”, recordó en su diálogo con elchorrillero.com.
Reconoció que en 2009 el Estado provincial lo indemnizó con $300 mil, pero supo desde entonces que la plata no iba a curar nunca las heridas que sufrió toda la familia; lo que siempre esperó fueron las disculpas que no llegaron: “Ellos tendrían que haberse disculpado, haberme ayudado a mí y a mi familia. Haberme dado buenos tratamientos, en buenas clínicas y nunca lo hicieron; así que tuve que internarme acá”.
Dijo que jamás se recuperó, al menos no mentalmente, y tampoco rehízo una vida sentimental: “Si me muero, me muero solo. Demasiados problemas he tenido, no por culpa mía, sino de quienes no supieron hacer bien las cosas”.
Dice que no mantiene comunicación con su abogada desde hace dos años, y que le retuvo la documentación de una camioneta y de una casa.
-¿Cuál es tu situación económica actual?
Voy a decir la verdad. El Gobierno me dio una pensión, pero no es cierto que me jubiló, eso es una mentira. Me dieron una pensión graciable de $5000 y no me alcanza, soy solo pero no me alcanza.
-¿Hubo una indemnización en su momento?
-Sí, hubo un arreglo extrajudicial, una burla. Me dijeron tomalo y callate.
-¿Y ese dinero te sirvió?
-Sí. Compré una casita en Cruz de Piedra para traer a mi mamá de San Juan pero al final todo salió mal. Mi papá se enfermó de neumonía y falleció hace 7 meses. Estaba enfermo de Parkinson, él sufrió mucho este caso, porque también lo torturaron.
– ¿Además de lo económico tuviste otro tipo de acompañamiento en este tiempo?
No, ninguno. No sé si no están enterados o se hacen los sordos. El Gobierno me abandonó hace muchos años. Me abandonaron como un perro, nunca me dieron materiales ni me jubilaron bien, me descuidaron todo este tiempo.
-¿Qué pasa con los medicamentos, los tenés que comprar?
No, me los dan en el hospital. Pero hace 2 años que no los tomo porque yo estaba en el campo, en el norte, y eso provocó todo esto. Ahora me están dando todo otra vez. Hace muchos años que fumo y tomo mucho. Lo hago cada vez que me vienen los recuerdos a la cabeza. Tengo un trauma, estoy golpeado.
-¿Qué acompañamiento te faltó en este tiempo?
Yo quería que el Gobierno me ayudara y también a mi familia. Mis hermanos estuvieron presos, también la madre de mi sobrino que era enfermera acá en el hospital y perdió el puesto por todo este tema. Alguien tenía que venir a hablar conmigo, y nunca nadie apareció.
-¿Qué pasó desde el momento que se supo que eras inocente?
Cuando Claudia apareció, en 24 horas iniciamos juicio al Gobierno. Y de ahí se acomodaron los papeles y lo tomaron como una burla, fue un arreglo extrajudicial. Me dijeron que si lo quería bien y si no que me olvidara.
-¿Qué opinión tenés de Claudia Díaz?
Ella como toda su familia también es culpable. Fui amenazado de muerte por sus hermanos. Nadie vino después, nunca. Pero ya no quiero más nada con ellos, ya pasó. Sé que vamos a hacer lío otra vez; vamos a levantar el pueblo.